El nacimiento de las máquinas de corte y afeitado se produce tras la Gran Depresión americana, para facilitar un perfecto afeitado en aquellos momentos en los que no se disponía de agua y jabón a mano. Así, Jacob Schick lo sacó al mercado, al principio sin mucho éxito, pero logrando consolidar su invento 5 años más tarde. Esta tecnología permitió pasar de un uso personal y relacionado con la barba, a un uso capilar y que se realizaba en los salones de peluquería y las barberías.

CÓMO FUNCIONA
Una maquina de cortar el pelo profesional incorpora una serie de cuchillas alineadas que vibran gracias a un motor y que van protegidas por unos límites suaves y de plástico que impiden llegar a la piel y cortarla.

EVOLUCIÓN DE LOS MATERIALES
En la actualidad, podemos distinguir una máquina de peluquería profesional de una que no lo es por su diseño ergonómico, su posibilidad de ser utilizadas sin cable con baterías de hasta 120 minutos de uso y por los materiales con las que se producen. Las cuchillas de cerámica han sustituido a las metálicas, mucho más problemáticas por su dificultad de mantener una higiene propia de nuestras exigencias actuales y la oxidación que se produce en ellas. La cerámica consigue un corte igual de apurado sin ninguno de los inconvenientes del metal.